Seguro que a estas alturas de la película todos podríamos decir que en una cosa sí que somos expertos y profesionales, y es en hacer exámenes. Doy por sentado que hemos ya realizado toda clase de exámenes; de desarrollo, de preguntas cortas, tipo test…

Pues bien, en la entrada de hoy os quiero dar unos consejos técnicos para realizar esta clase de exámenes.
- No es necesario que memorices todo, si bien es cierto que lo que necesitas es entender bien todo lo que has leído, y saber qué datos y elementos es preciso memorizar (fórmulas, definiciones, propiedades…)
- Lee bien las instrucciones, buscando en particular la siguiente información:
- Si las preguntas pueden tener más de una respuesta correcta.
- Cuántos puntos vale cada pregunta, cuál es la máxima puntuación posible, y qué puntuación es necesaria para aprobar.
- Cuántos puntos te quitan por cada respuesta incorrecta, o si no hay penalización
- Cuánto tiempo tienes para el examen.
- Responde por este orden:
- Primero las preguntas que sabes.
- Segundo las preguntas que sabes, pero en las que tienes alguna duda
- Tercero pondera si te conviene responder a las preguntas que dudas o que no sabes (todo depende de si se restan puntos o no)
- Repasa bien las respuestas, a veces puedes darte cuenta de pequeños despistes que hayas tenido.
- Calcula tus probabilidades si las preguntas mal respondidas penalizan. En ese caso responde sólo si la probabilidad de acertar es tanta para que el promedio de los puntos acertados superen las penalizaciones, para ello descarta las respuestas que tú sabes que son incorrectas para incrementar las probabilidades de acertar. Personalmente, y dependiendo del formato, una vez que se consiguiera reducir las opciones a 2, yo contestaría.
- Especial atención hay que prestar a las preguntas difíciles:
- Analiza gramaticalmente la pregunta y respuestas, concordancias en género, número, tiempo verbal…
- Ten cuidado con las respuestas en términos absolutos y negativos. (“Siempre”, “En todo caso”, “No”…) Pueden encerrar trampa.
- Descarta las respuestas que seguro sabes que son incorrectas, y analiza bien las diferencias entre las que consideras que pueden ser correctas.
- La mejor respuesta debe ser cierta siempre, en todos los casos, y sin excepción. Si crees que una respuesta es la “más” correcta, pero hay una excepción, un sí pero…, probablemente la respuesta correcta es otra.
- Confía en tu intuición, en muchas ocasiones tu primer instinto es todo un consejero leal.
- Desconfía de las respuesta con errores, pues quien realiza el tipo test suele dedicar más tiempo a repasar la respuesta correcta.