Una de las cosas que debemos tener siempre claras es que el derecho siempre ha de fluir por el cauce del procedimiento legalmente establecido. La búsqueda de la justicia no puede pasar por encima del respeto a la misma y al derecho, pues pese a la apariencia de beneficio a corto plazo, a largo plazo las consecuencias serían muy perjudiciales. Esta es la situación en la que nos saltamos derechos fundamentales, o procedimientos esenciales para poder determinar lo que verdaderamente ocurrió.
Así es el caso de grandísimas infracciones laborales en las que por saltarse el procedimiento establecido o no respetar derechos fundamentales, quedan sin la respuesta proporcional y contundente que merecen.
Este es el caso de infracciones laborales en las que por vulneración de derechos fundamentales quedaron sin el correspondiente reproche y consecuencia., resultando al final despidos improcedentes lo que en principio eran despidos procedentes.
- Caso de una empleada de panadería que orinó en un recipiente que se utilizaba para las elaboraciones de los productos de panadería que luego se vendían a cliente. Claro que esto es una barbaridad, pero si la prueba aportada lo es por una grabación que se considera ilícita, pues se obtuvo en una zona privada, el juzgado probablemente sentenciará que ese despido es improcedente.
- O el caso de una empresa que descubrió una publicación en una red social de un empleado que estando de baja por una lesión en la espalda estaba jugando en una piscina de bolas. El problema es que esa publicación no la hizo el trabajador, sino un tercero sin su consentimiento, entendiendo que esa foto se hizo sin su consentimiento y que se había vulnerado su intimidad.
A la conclusión que se puede llegar es que es muy importante que toda actuación que se realice con respeto a derecho y dentro del cauce establecido.