
Juro por mi profesión, y por la vida y salud de todos los trabajadores que van a depender de mí:
Que evitaré todos los riesgos que acechen a la vida de mis trabajadores.
Si no los puedo evitar, los evaluaré para conocerlos como a mi peor enemigo.
Para entonces combatirlos sin tregua en su origen.
Nunca permitiré que sean mis trabajadores los que se tengan que adaptar a su puesto de trabajo, sino al revés, no cesaré hasta que todo el entorno y condiciones laborales se adapten a mis trabajadores.
Dedicaré mi vida al estudio de la seguridad y salud, en especial a las nuevas técnicas que puedan salvaguardar la salud de mis trabajadores.
Sustituiré lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún peligro.
No improvisaré mi trabajo nunca, sino que seré coherente y planificado.
Siempre antepondré la protección colectiva a la individual.
Instruiré cueste lo que cueste a todos los trabajadores que dependen de mí.
Ante vosotros; Compañeros, trabajadores, y empresarios. Juro que seguiré siempre estos principios, para ser digno de poder ser llamado…
Prevencionista.