
Para una buena negociación Win to Win se recomienda:
- Generar confianza mutua.
- Ser transparente
- Ser fiel
- Ser justo y equilibrado
A modo de complemento os dejo los siguientes consejos, extraídos del sistema de negociación de Harvard.
- No mezclar a las personas con el problema. El punto de partida es que podemos ser duros con el problema, pero no con las personas. Con las personas debemos ser considerados y atentos. Saber gestionar emociones y sentimientos, los propios y los ajenos, resulta imprescindible. Con frecuencia, en una negociación, las relaciones humanas tienden a mezclarse con el problema.
- Prestar atención a los intereses y no a las posiciones. El interés es una utilidad, de tipo moral o material, que el ser humano busca conseguir o mantener. Los intereses más poderosos son las necesidades humanas básicas como, por ejemplo, la seguridad en todas sus vertientes, el bienestar económico y material o el reconocimiento del grupo y el control de nuestra existencia. Esto es lo realmente importante en cualquier persona, se llame como se llame, viva donde viva y tenga el cargo que tenga. Los intereses acostumbran a estar ocultos. Son la parte hundida de un iceberg. No se manifiesta, pero sustenta el sentido de lo que se habla. Hay que procurar que los intereses afloren para que sean comprendidos. Es decir, reconocer los intereses como parte del problema y demostrar que se valoran los intereses de la otra parte.
- Generar una amplia gama de opciones. La creatividad es clave en cualquier faceta de la actividad humana. Cuando negociamos, resulta imprescindible. En una negociación es importante ser creativo, intentar expandir las opciones: crear escenarios más amplios. La habilidad para inventar soluciones que puedan ser ventajosas para ambas partes es una de los activos más valiosos que puede tener un buen negociador.
- Utilizar criterios objetivos y compartidos. Una negociación encontrará un campo de trabajo más favorable para avanzar si se basa en criterios presentados como objetivos, que si estos se muestran como subjetivos o caprichosos. Cuanta más imparcialidad o criterio objetivo se utilice para tratar el problema particular, más probable es que se consiga un resultado final juicioso y, supuestamente, imparcial.