- Cuando el corazón está en fibrilación ventricular es necesario un desfibrilador y reanimación cardiaca.
- Cuando el corazón está en asistolia (está parado) no es necesario el desfibrilador sino el masaje cardiaco.
Antes de comenzar
Antes de comenzar la RCP, verifica lo siguiente:
- ¿La persona está en un entorno seguro?
- ¿La persona está consciente o inconsciente?
- Si la persona parece inconsciente, tócale o golpéale el hombro y pregúntale en voz alta «¿Te encuentras bien?«.
- Si la persona no responde y estás con otra persona que puede ayudar, uno de ustedes llame al 112 y traiga el DEA, si hay alguno disponible. La otra persona debe comenzar el RCP.
- Si estás solo y tienes acceso inmediato a un teléfono, llama al 112 y ponlo en manos libres (recibirás instrucciones telefónicamente por parte de personal competente) antes de comenzar la RCP. Si tienes un DEA cerca, tráelo.
- Tan pronto como tengas el DEA, proporciona una descarga si lo indica el dispositivo y, luego, comienza a hacer RCP.
Recuerda los tres pasos fundamentales (C-A-B)
La American Heart Association (Asociación Estadounidense del Corazón) utiliza las letras C-A-B para ayudar a las personas a recordar el orden en que se deben hacer los pasos para la RCP.
- C: compresiones (en inglés «compressions»)
- A: vía respiratoria (en inglés «airway»)
- B: respiración (en inglés «breathing»)
Compresiones: restaurar el flujo sanguíneo
Las compresiones significan que usarás tus manos para presionar con fuerza y rápidamente de una manera específica sobre el pecho de la persona. Las compresiones son el paso más importante en la RCP. Sigue estos pasos para hacer compresiones de RCP:
- Acuesta a la persona de espalda sobre una superficie firme.
- Arrodíllate junto al cuello y los hombros de la persona.
- Coloca la parte inferior de la palma (base) de tu mano sobre el centro del pecho de la persona, entre los pezones.
- Coloca tu otra mano encima de la mano que está sobre el pecho. Mantén los codos estirados y coloca tus hombros directamente encima de tus manos.
- Presiona hacia abajo el pecho (comprime) al menos 5 centímetros, pero no más de 6 centímetros. Usa todo el peso de tu cuerpo (no solo tus brazos) cuando hagas compresiones.
- Presiona el pecho con firmeza a un ritmo de 100 a 120 compresiones por minuto. La Asociación Americana del Corazón sugiere hacer compresiones al ritmo de la canción «Stayin’ Alive». Deja que el pecho vuelva a su posición (retracción) después de cada compresión.
- Continúa realizando compresiones en el pecho hasta que haya señales de movimiento o hasta que llegue el personal médico de emergencia.
Vías respiratorias: abre las vías respiratorias
Si has realizado 30 compresiones del pecho, abre las vías respiratorias de la persona mediante la maniobra de inclinarle la cabeza y levantarle el mentón. Coloca la palma de tu mano sobre la frente de la persona e inclínale suavemente la cabeza hacia atrás. Luego, con la otra mano, levántale suavemente el mentón hacia adelante para abrir las vías respiratorias.
Respiración: respira por la persona
La respiración de rescate puede ser boca a boca o boca a nariz, si la boca está gravemente lesionada o no se puede abrir. Las recomendaciones actuales sugieren hacer respiración de rescate usando un dispositivo con bolsa y mascarilla con un filtro de aire de alta eficiencia (HEPA).
- Después de abrir las vías respiratorias (usando la maniobra de inclinarle la cabeza y levantarle el mentón), apriétale las fosas nasales para la respiración boca a boca y cubre la boca de la persona con la tuya, haciendo un sello.
- Prepárate para dar dos respiraciones de rescate. Proporciona la primera respiración de rescate (de un segundo de duración) y observa si se eleva el pecho.
- Si el pecho se eleva, proporciona la segunda respiración.
- Si el pecho no se eleva, repite la maniobra de inclinarle la cabeza y levantarle el mentón y luego proporciona una segunda respiración. Treinta compresiones del pecho seguidas de dos respiraciones de rescate se consideran como un ciclo. Ten cuidado de no proporcionar demasiadas respiraciones o de respirar con demasiada fuerza.
- Si dispones de defibrilación, colócale siguiendo las instrucciones. Te indicará si procede o no desfibrilar.
- Continúa haciendo RCP hasta que haya señales de movimiento o hasta que llegue el personal médico de emergencia.